1

Exprimiendo recopilatorios vol. 17

4 diciembre, 2021
Share

Aunque no sea un buen precedente, por una vez vamos a repetir origen en dos entradas consecutivas de nuestra serie Exprimiendo recopilatorios. Si hace unas semanas, en nuestro número 16 de la serie, hablábamos del CD homenaje a Pedro San Martín editado por la revista Rockdelux, hoy repetimos con la misma revista y con otro recopilatorio, en esta ocasión editado 10 años antes.

Con la revista de noviembre de 2000 aparecía una selección del catálogo del sello Cooking vinyl, simplemente titulado “Cooking vinyl in Rockdelux”. En esa selección aparecían un montón de grandes discos editados por el sello londinense en ese mismo 2000 y el año anterior, con un listado de nombres que ya avanzaba lo que luego sería la trayectoria del sello, un sello que ahora mismo es internacional y que alberga por mérito propio varios de los grandes nombres de la música de nuestro siglo.

El CD se inicia con la contagiosa vitalidad de The Apples in stereo. Continua con la gamberra elegancia de Chuck Prophet y el suave abrazo de Cinerama, con la maravillosa “Kerry Kerry”. A partir de ahí, no hay tregua: la rabia iracunda de Frabk Black, le melancolía élfica de Saint low, la balada hippie de Ryan Adams, el amor frenético de The wedding present, la estridencia saltarina de Home, el ruido maravilloso de AC Acoustics, el swing bohemio de Luke Vibert, el sonido celestial de The lilac time, la urgencia futurista de Prolapse, la declaración melosa de Jackie Leven, el lamento luminoso de Cathal Coughlan, la autenticidad punk de Pere Ubu, la épica tranquila de Rowland S. Howard, el folk heterodoxo de Violent femmes, la sonrisa inmortal de They might be giants, la luz intrigante de Madder rose, el compromiso político de Billy Bragg…

Todas ellas, canciones incluidas en discos del propio sello, editados con los últimos ecos del siglo XX, ilustrando el camino que transita entre el final de los años noventa y el principio de la década de los dosmil. Como por ejemplo esta “Kerry Kerry” de Cinerama, una explosión de melodía que no te podrás quitar de la cabeza.