Tirando del hilo de uno de nuestros discos favoritos de 2022, el disco de The no ones, pensamos en que es raro que a músicos tan míticos como Scott MacCaughey y Peter Buck se les unan para un nuevo proyecto músicos de los que no habíamos oído hablar, así que nos pusimos manos a la obra.
Los citados músicos aparecían referenciados como componentes de una banda llamada I was a king. Así que buscamos más info y nos enteramos de que vienen de Noruega, de que hacen pop de guitarras en el que destaca un trabajo admirable en las melodías y en los coros, de que sacan este 2022 su noveno disco, y de que NO son un grupo de Labrador, aunque bien podrían serlo, desde luego. Luego descubrimos que, en realidad, tampoco son totalmente desconocidos para nosotros, ya que no hace mucho ya comentábamos alguno de sus trabajos.
Así que tenemos en I was a king a Frode Strømstad (en The no ones), Anne Lise Frøkedal (a la que también revisamos en 2020 en sus canciones en solitario), Reidar Gudmestad y Arne Kjelsrud Mathisen (también en The no ones). Y en 2022, su nuevo disco titulado “Follow me home” y, por lo que parece, autoeditado. Un disco en cuyo sonido podemos encontrar parecidos con Grandaddy, The decemberists, The clientele… o, como ya comentamos, de (casi) cualquiera de los grupos Labrador.
En “Follow me home” encontramos canciones emocionantes como “Down”, felices como “Follow me home” (con aromas a George Harrison), encantadoras como “Growing wild” (que nos recuerda enormemente a nuestros admirados Maddening flames), extrañas como “Here at last”, saltarinas como “Lo pressure”, medios tiempos a lo Clientele como “Know the way” o “Leave”, o pildorazos sucios como “Getting colder”, que podrían encajar en cualquier disco de Veruca salt. Un recorrido por fantásticas sensaciones que acarician nuestros oídos e iluminan nuestro corazón.
