Desde Madrid, el nuevo culto al músico de banda. El asesino de Dharma, con el ruido de los sótanos, con el murmullo de los búnkeres, con el runrun de las máquinas.
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Desde Madrid, el nuevo culto al músico de banda. El asesino de Dharma, con el ruido de los sótanos, con el murmullo de los búnkeres, con el runrun de las máquinas.