Muchos locales míticos tienen una “canción de cierre”. Es esa canción que suena a las 6 de la madrugada, cuando solo quedan en el local los paisanos más fieles, que indica que la noche ha terminado y que ya solo quedan unos minutos para salir a la luz del amanecer y volver a casa. Una canción que sirve de hermandad para la parroquia, que llega a ser himno, que completa una conexión irrompible.
DOTORE ha construido esa canción, pero no para el cierre de un garito, sino para el cierre de una estación. Acabaremos el verano cantando esto, antes de subir al coche y volver a nuestra vida de mierda.