Qué horror, vaya año llevamos… Hoy se confirmaba la muerte, en el día de ayer, de la enormísima Astrud Gilberto, voz inconfundible de decenas de canciones que se han convertido en eternas en el imaginario popular, como “Garota de Ipanema”, “Agua de beber”, “Corcovado” y muchas otras. Hablar de la influencia de la música brasileña en el pop internacional de los últimos 50 años es hablar de Astrud Gilberto, convertida en una categoría en sí misma. Aunque su carrera musical terminó en 2002, su voz y sus canciones nunca se fueron, y nunca se irán. Que la tierra le sea leve.