Una de las aventuras más locas en las que me metí como comprador de discos fue la famosísima serie A-Z de los maravillosos Ash. Comenzaba todo con una compra el 26 de Mayo de 2009, con la «R» (bueno, en realidad la R está del revés), y ahí me embarcaba yo en la compra de 26 singles de edición limitada, cada uno con su letra en la portada, cada uno de un color distinto, y cada uno con una aventura distinta para poderlo comprar, editados a lo largo de 2009 y 2010. Al final algunos se los tuve que pedir a un amigo que vivía en aquel momento en los USA, e incluso uno de ellos (ahora ya no recuerdo cual) me quedó atrás y lo compré algunos años después en una reventa. También uno de ellos acabé comprándolo repetido (la H).
Aunque fue una locura estresante, finalmente pude hacerme con la colección completa. En lo musical, es como un disco muy largo y en realidad se nota que se fue trabajando en él durante 2 años enteros, ya que escuchado de un tirón queda escaso de homogeneidad. Aún así, la formación del grupo y las tareas de producción se mantuvieron sin cambios durante todo el proceso y eso reduce bastante la sensación de gran recopilatorio. Y, por supuesto, al final entre esas 26 canciones hay unas cuantas maravillas que pasaron a formar parte de los himnos de la banda.
La formación en aquel momento eran Tim Wheeler, Mark Hamilton y Rick McMurray. Todas las canciones están firmadas por Wheeler excepto una por Hamilton, que además firma la coproducción del disco junto a Wheeler, y una más por McMurray. Cladius Mittendorfer ejerce de ingeniero de grabación.
Veamos las canciones:
A – True love 1980: europop nórdico con un estribillo perfecto.
B – Joy kicks darkness: un tema de guitarra acelerada digno de Queen.
C – Arcadia: una de las mejores de la serie, un himno de estadio por el que matarían The Killers.
D – Tracers: un pequeño quiero y no puedo.
E – The dead disciples: otra de las destacadas, una canción oscura que recuerda a la órbita de Smashing pumpkins.
F – Pripyat: fantástica balada powerpopera.
G – Ichiban: un tema de punk garrulo estilo Modern lovers.
H – Space shot: de mis preferidas, divertidísima y saltarina canción, para poner después de cualquiera de Franz Ferdinand.
I – Neon: una de las más noventeras.
J – Command: punkpop energético a lo Green day.
K – Song of your desire: un medio tiempo de rockabilly clásico.
L – Dionysian urge: purito power pop estilo Ash, canción para engrandecer su repertorio.
M – War with me: con un estribillo que no se olvida, es otra de mis preferidas; parece compuesta para una comedia adolescente.
N – Dare to dream: épica y guitarrera.
O – Mind control: punk noventero como lo hacían los Pixies.
P – Insects: elegante y rabiosa a la vez.
Q – Binary: canción eléctrica y con espíritu mainstream, como los grandes éxitos de Robbie Williams.
R – Return of the white rabbit: con ella empezó todo… un temazo elegante y bailongo a lo Franz Ferdinand, compuesta por Mark Hamilton.
S – Spheres: dura y metálica, de nuevo en la onda de Smashing.
T – Instinct: purito guitar pop estilo Ash.
U – Summer snow: comienza como un medio tiempo saltarín, pero va ganando en contundencia y ruido.
V – Carnal love: otra balada de aire rockabilly.
W – Embers: otra de las grandes canciones de la colección, punk glamuroso estilo Hoodoo gurus.
X – Change my name: balada con aire Oasis compuesta por Rick McMurray.
Y – Sky burial: una pieza de rock clásico, en este caso instrumental.
Z – There is hope again: reinterpretación de los Beach boys desde los parámetros de la banda.