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Trajedesaliva – Ultratumba

20 febrero, 2021
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Unas cuantas imágenes en su cuenta de Instagram hacían saltar la noticia. Trajedesaliva, uno de los grupos más personales y sorprendentes de la escena gallega, anunciaban fecha de edición para lo que sería su nuevo disco, «Ultratumba», del que ya hablaban hace 10 años y al que no le tocaba hacerse realidad hasta este momento preciso.

Inmediatamente la expectación fue grande. «El cuerpo y la ciudad», «Mima» o «Mima blanca» están entre los discos preferidos de nuestra discoteca, y la posibilidad de un nuevo trabajo lleno de emoción y oscuros paisajes sonoros estaba ya cerca. Y, finalmente, tras el avance de «Arenas calientes» a final de 2020, «Ultratumba» (Ferror Records, 2021) salió del abismo este pasado día 5.

Un disco cocinado desde 2009 y rehecho en varias ocasiones, que retomaron y acabaron en los últimos dos años tras escuchar el click que suponía saber cómo darle su forma definitiva. Un disco lleno de esos paisajes de sonido que son marca de la casa, de esas visiones en ruinas, de imágenes sobrenaturales e imaginería esotérica; un disco hecho desde una profunda reflexión, como veremos más abajo, que reflexiona sobre la familia y el legado de melancolía que vamos dejando generación tras generación, sobre la memoria y los fantasmas que las familias no acaban de enterrar. Un disco que podría ser banda sonora de cualquier película que cuente por qué un mundo que era luminoso ha terminado siendo un lugar duro y brutal para los que vivimos en él.


Unavena y Mon Ninguén han tenido la amabilidad de presentarnos «Ultratumba» y de contestar a unas cuantas preguntas del Octopus. Aquí dejamos lo que nos han contado.

Lo primero que me llama la atención es que en un post en el Octopus de 2011 ya hago referencia a que el siguiente trabajo se llamaría «Ultratumba». ¿Por qué tanto tiempo? O, dicho de otra manera, ¿por qué ahora?

Mon: Ultratumba fue un parto muy largo. Incluso en 2009 ya había un boceto bastante avanzado, aunque muy distinto a lo que es hoy, claro.

Estuvimos creando y desechando material durante mucho tiempo, con largas pausas también para tomar un poco de perspectiva. Sin forzarlo ni buscar el momento para terminarlo.

En 2017 teníamos un planteamiento con más instrumentos y con la música más agrupada, aunque ya se vislumbraba la estructura actual. Pero en realidad fue hace dos años cuando lo vimos claro y empezamos a preparar la grabación con la idea que al final quedó: sintetizadores y voz.

Durante todo el 2020 habéis ido lanzando avances y avisos en redes sociales, todos a partir de imágenes llenas de oscuridad y de elementos fantasmales (que se aprecian pero de forma difusa y borrosa). ¿Cuál es el papel de todos estos elementos visuales en el proyecto «Ultratumba»?

unavena: «Ultratumba» es como una bajada al pozo de la memoria y esas imágenes son en realidad las figuras religiosas que teníamos en la aldea, en la casa familiar materna: cristos, vírgenes, ángeles, santos metidos en urnas… Muchas de las fotografías las edité para que tuvieran una especie de velo de la memoria, que sugirieran una entrada a un mundo oculto lleno de fantasmas y secretos familiares, y es que las puertecitas de la capilla donde estaban colocadas estas figuras tenían, en lugar del cristal original, una malla de hilos muy parecida a esa que se aprecia en las imágenes.

Los videos preparados para el disco, ¿continúan con ese mismo papel? ¿Con quién habéis trabajado para los videos?

unavena: Marcos D.H. fue el encargado del vídeo de «Arenas calientes». La verdad es que supo recoger muy bien ese ambiente fantasmagórico que tiene la canción y preparó una animación preciosa para la parte final, en la que se ve una piedrita visitando a la madre enterrada.

El vídeo de «A casa por las vías» ya fue cosa nuestra. Quedó bastante apañado, y creo que logra transmitir bien la tensión del tema.

Belleza, sordidez, deseo, miedo, fantasía, maternidad, aislamiento, fracaso… todos son temas sobre los que explorábais en vuestros anteriores discos. ¿Cuáles son las preguntas que os habéis hecho a vosotros mismos a la hora de componer «Ultratumba»?

unavena: El núcleo de «Ultratumba» es la familia, también el terror por la transmisión traumática de ese veneno melancólico que nos vamos pasando entre generaciones, especialmente por la vía femenina. En el disco se utilizan las voces de la madre, el padre y el hijo para reflexionar sobre esto. En el último tema, por ejemplo, el niño dice: «Mi madre en el fondo se rompió, una parte subió al cielo, y la otra no», mientras la música te envuelve y te eleva, como si este niño llevara este pensamiento mientras sube una montaña entre la niebla.

La belleza que buscáis en vuestros discos nunca es una belleza limpia, luminosa, siempre deja una sensación de incomodidad, siempre te deja la sensación de estar disfrutando de algo que no deberías estar viendo o no deberías estar escuchando. Yendo al extremo, parece que estás pecando al contemplarla. ¿Cuál es vuestra concepción de la belleza?

Mon: La belleza que hay en lo sórdido, en la tristeza, en la melancolía, y en la oscuridad es la que nos interesa.

Desde el primer día que hicimos el grupo, incluso en esa etapa de los comienzos en la que no sabes muy bien lo que estás haciendo, sin prejuicios ni contaminaciones externas, y haces simplemente lo que te sale, ya éramos así. Es algo que los dos llevamos dentro desde que tenemos uso de razón.

Volver de la tumba, salir de un bunker, abandonar el espacio en el que nos encerramos. ¿»Ultratumba» es la banda sonora que escuchamos cuando salimos a un mundo exterior duro y brutal?

unavena: Es que el mundo es ya un sitio duro y brutal. «Ultratumba» en ese sentido es un disco muy humano, con sus momentos de angustia y de esperanza. Hay una sensación de crecimiento, de cambio de ciclo y, posiblemente también una cierta tendencia hacia la luz. De hecho, creo que ambos usamos la música y la palabra como una manera de defendernos de la oscuridad.

El disco está grabado con sintetizadores analógicos y voz. ¿Qué supone esto a la hora de enfrentaros a una grabación?

Mon: Fue una decisión tomada con el corazón más que con la cabeza. El sentimiento y la fuerza que transmitían los sonidos cuando se juntaban dos o tres módulos haciendo el mismo arreglo pero con sus pequeñas variaciones, al tocar a mano y con delays a distintas velocidades, era algo tan potente y emotivo, que llegó un punto en el que el resto de instrumentos simplemente ya no pegaban.

El problema fue que yo quería todos los sintes a tope en primer plano y literalmente no “cabían”, por lo que hubo que buscar soluciones bastante creativas. Por supuesto la primera respuesta que recibí del productor al plantearlo fue “que era imposible”.

Pero al final estas son las cosas que nos obligan a usar la imaginación y es cuando se crea la sinergia en el estudio. Muchas veces trabajar de forma “correcta” no sirve más que para matar el duende. La mezcla del disco la hicimos eligiendo lo que más emocionaba, sin pensar en ningún momento si lo que estábamos haciendo estaba bien o estaba mal.

Para la portada contactasteis directamente con la pintora y el cuadro está hecho para vosotros. ¿Cómo fue la relación con ella y cómo recibió la idea de realizar una portada para vosotros?

unavena: Siempre digo que Emilie pintó nuestra familia sin siquiera conocerla… Y es que, en realidad, el cuadro no lo hizo para nosotros, pero te puedes imaginar que, en cuanto lo vi, tuve claro que sería perfecto para ilustrar la portada de «Ultratumba». Contacté con Emilie para contarle la conexión tan enorme que había encontrado entre su pintura y la música/el concepto del disco. Ella fue un amor y nos cedió las imágenes. El trato, tanto con ella, como con Marcos, no pudo ser mejor.

Según contáis en alguna entrevista, los títulos de las canciones ya estaban elegidos y diseñados desde hace mucho tiempo. Por tanto entiendo que la portada de «Ultratumba» llega después. Entonces, mamá, que es un animal morado, ¿es la mamá de la portada?

unavena: Sí, es una mamá cadaverizada, melancólica. Curiosamente a la gente se le va la mirada al lado izquierdo, al padre con un gesto que parece devorar al hijo. Para mí, lo más llamativo es el otro lado, el de la madre desconectada de ambos, y con ese tono azulado.

Hay algún video en redes en el que fans vuestros ponen imágenes a vuestra música. ¿Cómo veis este fenómeno?

unavena: Me gusta que la gente coja nuestra música y que desarrolle algo creativo a partir de ella, claro que sí. En el caso de los vídeos de «Traslucido» y «Agosto bajo tierra», con imágenes de Inland Empire, han sido fans mexicanos. Tenemos una buena conexión con la gente que nos sigue desde allí.