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Nadadora – Luz, oscuridad, luz

20 marzo, 2022
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No ha sido habitual (ni creo que lo sea en el futuro) que en el Octopus nos dediquemos a recuperar viejos discos. Sí que dedicamos bastantes entradas a canciones que, por el motivo que sea, queremos recuperar porque nos encantan o acabamos de descubrir y queremos propagarlas. Pero una entrada dedicada a un disco completo que no sea del año en curso no lo habíamos hecho nunca.

Pero sólo necesitábamos una excusa. Y ésta apareció en forma de libro: “La música no es lo más importante”, de Javi Becerra. Obviamente, Javi habla de muchos discos, de muchas bandas, y de muchas canciones. Pero sólo en los párrafos dedicados a “Luz, oscuridad, luz” encontré un motivo para irme a la estantería y reescuchar un disco. Y qué bien hice en hacerle caso.

“Luz, oscuridad, luz” (Ernie records, 2010) es el quinto disco de la banda gallega, el primero para Ernie records (tras toda una trayectoria en Jabalina) y, a la postre, el último que grabaron. Lo primero que tengo que reprochar a Sara, Gonzalo, Dani y los demás es que nos engañaran desde el primer momento, desde el título. Este disco se debería llamar “Luz, luz, luz”; y es que desde los primeros arranques de guitarra de “1987” las canciones del grupo son una explosión de fuegos artificiales, una mágica aurora boreal, una galaxia llena de estrellas brillantes, un espectáculo de color y luminosidad, una ardentía espléndida y sobrecogedora. Todo en él es luz: guitarras, voces, melodías… ese regalo del cielo que es “Sara dice” y su cercanía al mundo de Yo la tengo.

Lo que pasa es que en realidad no nos engañan: la oscuridad existe. En “1987” cantan “te alejaste para no volver”; en “El sueño ardiendo”, “esta fría y triste ciudad donde siempre es invierno”; en “Siempre”, “así que no nos queda ya mucho más que hacer aqui”; en “Una nueva vida”, “quiero […] ocultarme en tu sombra, ser tu derrota”; en “Deshazte de mí”, “no pude atrapar lo que era sombra pura”…

Uniendo esas emociones embriagadoras, la luz y la sombra, la felicidad y el desaliento, Nadadora consiguen llenar tu corazón y dejarte en shock. Y doce años después. cada vez que escucho el disco, lo consiguen otra vez.