Hoy nos detenemos en la figura de otra pionera, otra pionera que como casi todas las demás ha sido olvidada y marginada de la historia de la música: la teclista sudafricana Cherry Weiner.
Protagonista, junto a su marido el batería Don Storer, de un buen puñado de discos entre 1957 y 1966 (con un pequeño recopilatorio posterior, en 1969), Cherry Weiner se construyó un nombre de prestigio entre la comunidad de músicos por su virtuosismo, su capacidad de innovación y, por qué no decirlo, su entusiasmo, a la hora de atacar su instrumento fetiche, el órgano Hammond. Un nombre de prestigio que no le impidió, poco tiempo después de su último disco, abandonar el mundo de la música y dedicarse a otras tareas, quizá, más “adecuadas para mujeres”. Mrs. Weiner no retomaría su carrera musical hasta su muerte en 2014.
Aquí la podemos ver en el programa de la TV alemana Beat! Beat! Beat!, interpretando la conocidísima melodía de la serie Peter Gunn, creada por Blake Edwards y que se emitió entre 1958 y 1961. Una melodía, compuesta por Henri Mancini, que ha pasado a la historia de la cultura popular como la icónica sintonía de las películas de espías y detectives.